Yo no creo en el destino. Nunca creí en él,
ni si quiera después de todo lo que ha ocurrido.
Pero, el destino tiene algo asombroso.
Puedes elegir no creer en él, y sin embargo..
Sigue estando presente, sigue existiendo.
Lo sé, porque el destino ha hecho que esa noche, nos quedásemos solos...
Nos muestra el uno al otro completamente solos.. Como un presagio.
Una pequeña pizca de desface del tiempo/espacio que, lamentablemente, no comprendemos.
Lo imagino a él; Al destino, riéndose de nuestra tonta timidez,
burlándose seguro de que le ignoramos.
Y nosotros aquí..
Sin percatarnos de nada.Sin saber que esa noche;
Tú y yo... Nos destinamos a amarnos para siempre.
Yo no creo en el destino. Nunca creí en él,
ni si quiera después de todo lo que ha ocurrido.
Maldición... ¡Que hermoso es el destino!